La llave estriada es una herramienta utilizada para apretar o aflojar tornillos o tuercas que tienen una forma especial, con estrías en su superficie. Estas estrías se encuentran en el extremo de la llave, permitiendo así un mejor agarre y evitando que la herramienta resbale al aplicar fuerza.
Las llaves estriadas pueden venir en diferentes tamaños y formas, adaptándose a las necesidades de cada trabajo específico. Este tipo de llave es muy común en la industria automotriz, ya que se utiliza para trabajar en partes del vehículo donde otros tipos de llaves no pueden alcanzar.
Además, la llave estriada suele ser parte de un juego de llaves que incluye varios tamaños y tipos de puntas, lo que permite al usuario tener una herramienta adecuada para cada tipo de tornillo o tuerca. Es importante tener en cuenta que el uso de la llave estriada requiere cierta habilidad y precaución para evitar dañar tanto la herramienta como la pieza en la que se está trabajando.
Una llave fija es una herramienta de mano utilizada comúnmente en el ámbito de la mecánica y la construcción. Se trata de una llave con una cabeza fija en un extremo, diseñada para ajustarse a un tipo específico de pernos o tuercas.
La llave fija se caracteriza por tener una forma ergonómica que facilita su manipulación y un tamaño adecuado para un buen agarre. Además, suele estar fabricada en materiales resistentes como acero cromo-vanadio para brindar durabilidad y fiabilidad en su uso.
Esta herramienta es fundamental en tareas de montaje y desmontaje de piezas, ya que permite aplicar la fuerza necesaria para aflojar o apretar los pernos de forma segura y eficaz. La llave fija es indispensable en la industria automotriz, la carpintería, la fontanería y en cualquier actividad que requiera el uso de pernos y tuercas.