Para clavar clavos se necesita una herramienta especial llamada martillo. El martillo es una herramienta de mano que se utiliza para golpear los clavos y hacerlos penetrar en diferentes superficies, como madera, metal o concreto. Existen diferentes tipos de martillos, como el martillo de carpintero, el martillo de bola o el martillo de goma, cada uno diseñado para cumplir una función específica. Antes de clavar un clavo, es importante asegurarse de que el martillo esté en buenas condiciones y de que la cabeza del clavo esté alineada correctamente con la superficie donde se va a clavar. Clavar clavos puede ser una tarea sencilla si se utiliza la técnica adecuada y se cuenta con las herramientas necesarias. Una vez que el clavo ha sido clavado con éxito, se puede utilizar un punzón para remachar la cabeza y garantizar que quede bien sujeta. En resumen, el martillo es la herramienta principal que se utiliza para clavar clavos de manera eficiente y segura.